sábado, 20 de julio de 2013

amor a primera vista

La vida lo llevaba a pensar que quizás no servía para lo que él quería, o para lo que le habían dicho que podía servir. Su felicidad siempre estaba en hacer feliz a su prójimo, en hacer feliz a la persona que estaba a su lado, pero, ¿por qué no podía ser feliz solo?. Muchas veces tenía que golpear, matar gente, trabajar como a un esclavo, y que había hecho él para que lo trataran así?, nada.. solamente tenía que pensar como su líder, como su "jefe"; pero aún así, él tenía un pensamiento donde todos podíamos ser libres sin que lo torturan a uno por no pensar como aquella persona que daba órdenes de asesinar, torturar y robar todo que podía robar. Era un médico que trabajaba en ese escondite donde traían a todos los comunistas, traidores del partido dominante, e intentaba hacer reaccionar, o muchas veces revivir a estas personas, cuando la tortura era demasiada y llegaba al borde de la muerte. Él solo quería ayudar, nada más; pero esta vez, dicto su destino... era una bella mujer, casi perfecta si no le hubieran roto la nariz. El tabique le estaba obstruyendo las fosas nasales y no podía respirar. Estaba inconsciente, así que no dolió cuando tuvo que perforar la traquea, pudo respirar de nuevo, con dificultad, pero pudo. El médico al verla con la hemorragia nasal la tuvo a su cuidado personal en su propia habitación. Cuando pasaron los días la mujer recobro el conocimiento, lo primero que intento hacer fue matar al médico, pero los gritos de ambos hicieron que los demás soldados reaccionaran y forzaran a la mujer a dejar de golpear a su salvador. Cuando se calmó el ambiente, los soldados pidieron que cuando estuviera sana la dejaran en sus manos para que volviera a ser interrogada, a ver si soltaba un poco de información. La dejaron amarrada en la cama del doc, y éste le explicó todo lo que pasó después de que se fuera a negro. Ella, avergonzada le pidió disculpas, y le rogó que no la dejara sola con los torturadores, le dijo que no sabía nada de lo que le preguntaban y que era inocente de todo lo que se le incriminaba. El médico, cegado por el nuevo amor que tenía a la muchacha, le creyó, y comenzó a hacer un plan de escape para ella. Tenía que ser cuando los milicos estuvieran distraidos, y volviera un nuevo individuo que entregara información. 2 días después llego el hermano de la mujer. Llegó casi muerto, y el médico tuvo que ir a revisar. Cuando lo dejó con conocimiento, los milicos, desprevenidos, fueron a ver qué tenía que decir este nuevo hombre; y con el plan de escape ya sabido, el médico encubrió a la mujer y la saco de ese lugar en su mismo auto. continuará...

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